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El misterio del paciente muerto en el ascensor del hospital

La historia de la tragedia fue contada varios años atrás: en 2017.

Ramona Estela Machado se presentó la mañana del 30 de marzo de ese año en la Comisaría 2ª de Paraná para contar una historia insólita.

El miércoles 29 de marzo acudió con su pareja, Walter Ignacio Guillen, uruguayo, de 66 años, para una cirugía simple en el Hospital San Martín: una cirugía por un absceso en la zona del coxis.

Una operación corriente, de rápida resolución.

Guillén fue intervenido a las 19, y tras salir del quirófano fue derivado a la habitación 104 del primer piso, en el sector de Clínica Médica.

La mujer relató que esperó que lo ubicaran en su habitación y que se retiró alrededor de las 20,45, con la idea de regresar al otro día.

El jueves 30 de marzo de 2017 ingresó al Hospital San Martín y se encontró con una mala nueva: su pareja ya no estaba, había desaparecido y nadie sabía a ciencia cierta su paradero.

Así lo cuenta: que al ingresar a la sala donde había quedado internado Guillen, “se encuentra con que su pareja no estaba, y comienza a preguntar y nadie le respondía, hasta que otra persona internada le manifiesta que su pareja se fue en el horario de la 1 (de la madrugada), aproximadamente, luego encuentra a la enfermera de turno, la cual se había retirado a las 22, la cual le manifiesta que el señor Guillen estaba bastante nervioso y se había sacado el suero, luego con el cambio de guardia, el enfermero que le toma la presión le había manifestado que se quería ir, a lo cual el enfermero le dice que descanse, que mañana se iba de alta, y luego siguió su recorrido”.

En su exposición policial la mujer cuenta que su pareja “no es de salir a ningún lado” y por tanto no conoce la ciudad, y aporta un dato: cinco años atrás había estado en tratamiento psiquiátrico en el ahora Hospital Escuela de Salud Mental.

Nadie de momento puede establecer a ciencia cierta qué ocurrió en el esta distancia de 15 metros que separan la sala 104 del primer piso de la puerta del ascensor.

La puerta del ascensor se abrió sin que el ascensor estuviera en el piso, y Guillen, se presume, cayó al vacío. Eso ocurrió en las primeras horas del jueves 30 de marzo.

El entonces director del Hospital San Martín, Fernando Jiménez, confirmó que los dos ascensores estaban en perfecto funcionamiento, que hace un año que fueron instalados y que no se explica cómo se pudo haber abierto la puerta.

Guillen fue encontrado recién el 6 de abril de 2017, y por un hecho fortuito: los empleados empezaron a notar un fuerte olor nauseabundo que provenía del hueco del ascensor.

Siete años después el Estado cerró la investigación, aunque sin demasiadas certezas: ¿qué había ocurrido en el Hospital San Martín y cómo fue que un paciente muere al caer por el hueco del ascensor?

El 13 de junio de 2024 el Ministerio de Salud dictó el decreto Nº 1.435  y dispuso cerrar la investigación sumaria abierta y sobreseer a una bioingeniera de quien se había sospechado que tenía responsabilidad en no controlar el estado de los ascensores y seguir de cerca la prestación que realizaba una empresa privada.

Así, «producto de las actuaciones administrativas y penales se llegó a la conclusión que la mecánica del suceso habría consistido en que el occiso pudo abrir manualmente las puertas de uno de los ascensores, e intentando ingresar al mismo y no encontrarse el carro o montacargas, habría dado un paso al vacío y – en caída libre – golpeó en partes vitales de su cuerpo, dando al fondo del hueco varios metros abajo del primer piso. No obstante lo cual, existieron dudas respecto a la precisión de tal potencial aserto, toda vez que el cadáver fue hallado en una posición y en un lugar del hueco que habría sido teóricamente improbable, ya que los metros existentes entre la puerta del ascensor y la pared contraria del hueco distan considerablemente una de otra, puesto que los ascensores son grandes, del tipo `camillero` en el que, además de permitir el ingreso de una camilla, también es posible que ingresen y se transporten varias personas más».

La investigación cerró con más dudas que certezas. Así, el decreto de cierre de la pesquisa determinó que «existen algunas dudas a partir de alguna prueba producida en el presente expediente sumarial, lo que constituiría una contradicción respecto a cómo habría sido la mecánica concreta del accidente. Ante todo existen dos puertas en el tubo o hueco de los ascensores en el entrepiso del hospital, que se abren o pudieron encontrarse abiertas (…) lo que desde el vamos implica que Guillen no haya necesariamente tenido que accionar los mecanismos de los ascensores en los pisos superiores para luego caer».

Más adelante, suma: «En tercer término, tampoco se puede asegurar que la mecánica del hecho haya sido la inicialmente descripta, porque obviamente no hay testigos del hecho, pero porque tampoco las cámaras de filmación existentes lo hancaptado. Concomitante con ello, no se puede determinar el momento en que el supuesto accidente se produjo, dentro del lapso temporal que se extendió desde las 22,30 hs. del día 29 de marzo de 2017 a la hora 06,00
aproximadamente del día 06 de abril de 2017».

«Pues bien -indica el decreto-, la prueba colectada y producida en autos deja en claro que el ascensor camillero del lado derecho se encontraba funcionando normalmente o sin problemas, tal cual afirman los testigos» . Y que «también se pudo determinar que los ascensores fueron colocados en la institución en años finales de la década de 1970, y se encontraban funcionando con desperfectos periódicos, paralizándose, a veces con personas
dentro a las que debía auxiliarse, o directamente puestos fuera de servicio. Dicha situación se registraba una o dos veces a la semana, siendo objeto de varios reclamos por parte de las autoridades del nosocomio al Ministerio de Salud a los fines que se recambien, ya que tales aparatos son vitales para el normal desarrollo de gran parte de las actividades que se realizan, puesto que en planta baja se encuentran ubicados distintos servicios a los que deben acudir los pacientes internados que se encuentran en los pisos primero, segundo y tercero».

Pero la investigación no pudo reprochar negligencia de ningún trabajar en aquella muerte de un paciente.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora

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