Una mujer demandó a su esposo por no bañarse y este fue el fallo
Una solicitud de divorcio muy particular presentó una mujer en las últimas horas en Turquía en la que señala que no quiere continuar con su unión marital, porque su esposo “no se ducha”.
El abogado acusador dijo a la prensa que el señalado utilizaba la misma ropa durante una semana, “muy poco se bañaba se cepillaba una o dos veces por semana y olía constantemente a sudor”.
Ante estos argumentos, el tribunal le dio plenamente la razón a la femenina y le concedió el divorcio.
Así las cosas, la justicia ordenó al hoy exmarido indemnizar a su esposa con 500.000 liras turcas (16.500 dólares) como compensación por tener que soportar su falta de higiene personal.
La demandante
Según Senem Yılmazel, abogado representante de la parte demandante explicó que las parejas deben cumplir con las responsabilidades de compartir una vida en común.
Agregó que “cuando surgen problemas de una de las partes está en su derecho de pedir el divorcio”.
El profesional del derecho subrayó que: “Si la vida compartida se vuelve insoportable debido al comportamiento, la otra parte tiene derecho a presentar una demanda”.
Yılmazel dijo al periódico Sabah que, “el motivo en el caso de divorcio que presentamos para nuestro cliente fue que la otra parte no prestó atención a la higiene personal”.
Aunque se desconocen los nombres de los involucrados, el caso fue resuelto en primera instancia por un tribunal regional de justicia y la decisión quedó en firme por la Corte Suprema de Apelaciones.
Los inconvenientes más frecuentes entre parejas
La forma de resolver los problemas
Parece o suena un poco lógico, pero entre las parejas que no establecen unas normas para resolver los conflictos suelen tener mayores problemas por no tener límites en ese sentido.
Y es que es bueno plantearlo durante el noviazgo o incluso cuando se es amigo según cómo haya sido su acercamiento, porque de lo contrario nunca podrán resolver dichas situaciones.
Irse a dormir a otro lado, volver a lo de nuestros padres por unos días, escapar y no enfrentar los problemas no hará más que agravar el conflicto y perjudicar a la pareja.
Por eso, es necesario establecer unas líneas rojas y respetar las de cada uno para que haya una convivencia sana, incluso en los peores momentos de la relación.
No compartir en momentos las decisiones
Sin duda alguna, este es de los primeros tropezones que hay en la transacción de novios a esposos, porque nuestro ego no nos deja querer compartir algunas decisiones que creemos solo nos compete a nosotros.
Pero no es así, pues siempre cualquier decisión que tomes por muy íntima que parezca puede beneficiar o perjudicar a tu pareja, por lo que es muy cortes si le cuentas a tu compañero de vida lo que piensas hacer.
Hay que tener en cuenta que somos diferentes, pero debemos tratar de encontrar un punto medio para poder establecer una sana convivencia y que el otro se sienta parte de tu vida.
Y ¡por favor! Olvídate de esa frase “yo soy así” porque si eres de los que dices eso, entonces no estás preparado para compartir con nadie.
Falta de espacio
Otro de los temas que se vuelva razón de conflicto o choque entre las parejas al inicio de irse a vivir juntos son los espacios que cada uno debería tener para cada uno.
Cuando dos personas se mudan juntas, es muy común que sientan cierta “asfixia”.
Por ello, es bueno establecer una dinámica que permita más allá de lo laboral en que cada persona tenga su propio espacio
Recuerda que no necesitan estar todo el tiempo juntos ahora que viven en el mismo techo, pueden separarse, disfrutar de las amistades o estar en el mismo hogar, pero no en la misma habitación.
Hay que aclarar que, para tener estos espacios propios, se debe tener plena confianza uno del otro.
El no dividir las tareas
Es muy relevante que las parejas se dividan las tareas del hogar en lo económico e incluso si tienen hijo la crianza de estos.
Al principio podemos hacerlo con gusto, pero luego cuando se vuelva rutina estaremos deseando no hacerlo y si vemos a la otra persona sentada en el sillón sin hacer nada… los problemas se acrecentarán muchísimo.
Por eso, es importante que sepas que tú pareja es tu familia y estar con ella independientemente de que estén casado o no, puedan surgir juntos en tos los aspectos y admirarse entre sí.