Por incumplir normas de conducta realizan severo llamado de atención a menor que chocó y mató
En una audiencia que se realizó este jueves ante el juez de Garantías de Paraná, Pablo Zoff, la fiscal, Clarisa Aiello, decidió formular un severo llamado de atención al joven que tenía 17 años cuando el 10 de septiembre mientras se trasladaba en un Renault Clío por calle Montiel, en barrio San Agustín, en el oeste de Paraná, invadió el carril contrario por el que venía Humberto Reding, reconocido vidriero de la zona que había salido en su camioneta VW Saveiro a realizar un trabajo.
Fue por el incumplimiento de las reglas de conducta que se comprometió a cumplir el 6 de septiembre de 2023 cuando se presentó el pedido de Suspensión del juicio a prueba o Probation por el plazo de tres años, comprometiéndose a cumplir una serie de normas de conducta durante aquel período.
Según precisaron fuentes judiciales, puesto que la audiencia fue a puertas cerradas, el condenado incumplió con las horas de trabajo no remunerado que se comprometió a realizar en una institución de bien público, lugar en el que también desempeñaría a desgano y con mala actitud las tareas que se le asignan. En sentido contrario se destacó que cumplió con el requisito de realizar un curso de concientización vial.
El chico, que en breve cumplirá la mayoría de edad, fue beneficiado el 6 de septiembre de 2023 con la Suspensión de juicio a prueba que resolvió el -en aquel tiempo- juez de Garantías, Juan Carlín. El pedido fue formulado los defensores del entonces acusado en una audiencia que se realizó en agosto, época en la que magistrado dispuso un cuarto intermedio para analizar la postura de la familia de la víctima y la de otro joven que iba en el auto con el acusado y sufrió lesiones.
El acuerdo generó la desaprobación de la familia de la víctima que cuestionó el ofrecimiento de reparación económica que formuló la defensa. Al final de la audiencia de septiembre de 2023, los familiares manifestaron a los medios que estaba cubriendo el caso que «le pusieron un precio a mi papá. Quisiera preguntarle a la madre, al padre y al abogado del menor cuánto vale la vida de él. Cien mil pesos no vale la vida de mi papá, ni la de ninguno. La vida no tiene precio. Me gustaría que los padres le pongan precio a la vida de ese chico». (APFDigital)