Urribarri, Báez y Aguilera, las visitas del 24 y la soledad de la Nochebuena en prisión
Con la visita de familiares bajo el régimen carcelario común, con horarios definidos de ingreso y salida de la Unidad Penal N° 1 de Paraná, los tres exfuncionarios condenados por delitos de corrupción pasaron la primera Noche Buena y Navidad en el encierro. Sergio Urribarri, su cuñado Juan Pablo Aguilera y Pedro Báez continúan aguardando una resolución definitiva de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia sobre el pedido de revocación de la medida cautelar dictada el 19 de noviembre, aunque se agota el tiempo para obtener una resolución antes de la feria judicial de enero.
El exgobernador y su cuñado, aún empleado del Senado de la provincia, recibieron las visitas de los hijos y esposas. Los familiares ingresaron al establecimiento penitenciario de la capital provincial en horas de la mañana, y permanecieron allí hasta el atardecer, a las 19, horario límite de visitas en la víspera de Navidad.
Durante la jornada del 24 de diciembre permanecieron en un lugar común, ya que la celda que el Servicio Penitenciario preparó para el alojamiento de los tres internos es demasiado chica para una reunión numerosa. Se encuentra la habitación con una cama y una cucheta, de cuatro metros por tres, con un baño, y un patio lindero reducido, donde se pudieron reunir. Por su parte, el exministro Báez no recibió visitas este martes.
Durante la jornada de Navidad, en tanto, los familiares volvieron a la Unidad Penal para pasar el mediodía. Para fin de año, el régimen será el mismo: reunión con familiares durante toda la jornada hasta el atardecer.
Además, el hermano de Aguilera que es sacerdote y actualmente está en una iglesia de Chajarí, fue a la cárcel para visitarlo junto a la madre de ambos, de 90 años, quien se encuentra con lógicas dificultades para asistir al régimen de visitas penitenciario. El cura había sido noticia por su estilo de vida ostentoso y su preferencia por las motos de alta cilindrada, que llamó la atención de muchos.
Cabe recordar que, en la mañana del 24 de diciembre, el exministro de Gobierno Mauro Urribarri publicó en Instagram una carta escrita por su padre, en la cual cuestionó a la Justicia por su situación: “Me han privado injusta e ilegalmente, compartir esta fecha con mis afectos… Pero eso no impide que mi corazón esté cerca de mis seres queridos y de todos ustedes. Como lo dije en la audiencia judicial donde se rechazó el pedido de los fiscales para que el Tribunal dicte la prisión preventiva (recuerdo que para ese momento aún no me habían otorgado el recurso para ir a la Corte Suprema de la Nación), ese día expresé textualmente: ‘El único poder que ostento es el poder mirar a los ojos a mi esposa, a mis hijos, a mis nietos y a los miles de entrerrianos y entrerrianas que me siguen demostrando su afecto y su respeto’”, afirmó.
La prisión preventiva dictada por la Cámara de Casación Penal de Paraná se encuentra en revisión en la Sala Penal del STJ, que debe resolver sobre la impugnación extraordinaria. Los vocales Miguel Ángel Giorgio, Germán Carlomagno y Gisela Schumacher, en este orden, deben ir emitiendo sus votos. El primero aún no se habría expedido sobre un fallo que sentará jurisprudencia en la provincia. Giorgio ha sido más independiente con sus votos en su historia tribunalicia, pese a haber llegado al cargo con el peronismo, en la primera gestión de Gustavo Bordet. Carlomagno también tiene afinidad con sectores del PJ (fue nombrado en el gobierno de Mario Moine) y Schumacher es la actual pareja de Angel Giano, expresidente de la Cámara de Diputados de la última administración de Bordet y ocupó varios caegos en los gobiernoa de Urribarri.
Pero los plazos se agotan, quedan solo tres días hábiles a este 2024 y si no hay una resolución antes del 30 de diciembre los condenados deberán pasar todo enero en la cárcel para esperar una respuesta en febrero.
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