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El futuro del IFE: cuarto bono y capacitación laboral para jóvenes de entre 18 a 24 años

El Gobierno diseña cómo será la pospandemia para las dos medidas principales que implementó durante la pandemia para tratar de mitigar el impacto del coronavirus en los ingresos de los hogares y en las empresas.

Por un lado, el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) se reconvertirá en un plan para incentivar la contratación de nuevos trabajadores. El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), mientras se define cómo y cuándo se pagará una cuarta cuota, podría continuar en forma de capacitación laboral para un sector joven de la sociedad que no trabaja ni estudia.

Unas 2,5 millones de personas de ese rango etario están cubiertas por el ingreso de emergencia. La nueva cuota se cobraría a partir de octubre.

El futuro del ATP y el IFE es discutida periódicamente por funcionarios de distintas áreas en las reuniones del gabinete económico, con presencia de Economía, Desarrollo Productivo, Desarrollo Social, Banco Central, Anses y Jefatura de Gabinete.

Mientras continúan las medidas de aislamiento social en todo el país -en algunas regiones, incluso, volvieron atrás en el nivel de restricciones a la actividad- un cuarto pago del Ingreso Familiar de Emergencia comenzó a ganar terreno en los últimos días.

Con esa radiografía social un poco más completa como consecuencia de la inscripción y de la bancarización de esas personas, el Poder Ejecutivo busca encontrar una salida al esquema de pago de $10.000 hacia un programa más focalizado, según anticipó esta semana la directora de Anses Fernanda Raverta.

Una de las alternativas que analiza el gabinete económico es reconvertirlo en un programa que apunte a la capacitación y el empleo para jóvenes de entre 18 y 24 años, indicaron fuentes oficiales tras una reunión de gabinete económico, citadas por la agencia Noticias Argentinas.

Otra de las opciones es que pase a ser parte de un subsidio salarial, incluso por una suma superior, para alentar el empleo. “Se está analizando si el IFE cambia por un programa focalizado”, explicó un funcionario que suele participar del gabinete económico, según NA.

La directora de la Anses adelantó que está en discusión alguna forma de renta básica “para los menores de 18 años y para los mayores de 60 y 65”. “Sabemos que dentro de la población de 18 a 65 años, que son unos 28 millones de argentinos, hay un porcentaje de personas a las que les va a costar más incorporarse y ahí tenemos que pensar una política pública”, señaló la funcionaria.

Anses actualmente todavía se encuentra pagando el tercer bono de 10.000 pesos entregado a casi 9 millones de personas desde el inicio del aislamiento, a fines de marzo. El tercer pago, según el cronograma establecido, terminaría de abonarse el próximo lunes 21.

El IFE llega a 8,9 millones de personas. Por un lado, a las 2,4 millones de familias que cobran AUH y luego a un universo amplio que incluye empleadas domésticas y trabajadores informales que, antes de la pandemia, estaban fuera del alcance de la red de protección de seguridad social del Estado.

El nuevo universo al que alcanzaría el IFE

De acuerdo a datos oficiales relevados por el Anses tras el pago del primer bono, la población de entre 18 y 24 años alcanzada por el Ingreso de Emergencia orilla las 2,5 millones de personas. De ese total, un 54% son mujeres.

En detalle, prácticamente 3 de cada 4 personas de ese rango etario -1,8 millones de personas- que cobran el IFE son desempleados o trabajadores informales. Un 20% corresponde a beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) o por Embarazo (AUE), y en una proporción mucho menor, a monotributistas, monotributistas sociales o estudiantes que cobran el programa Progresar.

El Indec muestra otra manera de mirar el mismo escenario. De acuerdo al último informe sobre el mercado de trabajo -con datos hasta el primer trimestre de 2020-, el 23,9% de las mujeres y el 18,5% los hombres de entre 14 y 29 años no tiene trabajo. Traducido en números, serían unas 1.167.000 personas.

Si el Gobierno decidiera que Anses continuara pagando el bono de $10.000 solo a los 1,8 millones de jóvenes de entre 18 y 24 años que no trabajan o tienen un empleo informal, el costo de cada ronda del IFE se reduciría de los $89.000 millones actuales a $18.000 millones. Y tomando como referencia solo la población desempleada medida por el Indec, la suma que debería desembolsar el Ejecutivo sería aún menor.

Fernanda Raverta dijo que le gusta “pensar que vamos hacia una Argentina donde esa franja etaria tiene que estar cubierta”. El cuarto pago del IFE podría ser abonado entre octubre y noviembre, según se adelantó y a partir de diciembre se aplicarían los cambios que analiza el gabinete económico.

Otra opción que estudia el Gobierno para reconvertir al IFE, será comenzar a remunerar distintas tareas que actualmente se hacen en la informalidad o forman parte de tareas domésticas que no reciben ninguna paga.

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