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Entre Ríos atraviesa la peor sequía de los últimos 60 años y se perdería un 20% de la soja sembrada

La Bolsa de Cereales de esa provincia señaló que el último trienio, del 2020 al 2022, fue el más seco “jamás observado” en el territorio y advirtieron que no hay manejo agronómico capaz de revertir la situación.

La Bolsa de Cereales de Entre Ríos señaló que esa provincia atraviesa la peor sequía de los últimos 60 años y calculan que se perderá el 20% de la soja sembrada. A su vez, el último trienio, del 2020 al 2022, se trata del más seco “jamás observado” en ese territorio y advirtieron que no hay manejo agronómico capaz de revertir la situación.

De hecho, la entidad detalló que los registros pluviales se posicionaron entre los diez más bajos de los últimos 60 años en gran parte de la provincia, donde también las lluvias caídas llegaron a ser hasta seis veces menos que las normales.

Ese escenario, y la última semana libre de precipitaciones y con temperaturas por encima de los valores normales, provocó una casi nulidad de reservas hídricas y un marcado avance de la sequía en el suelo entrerriano.

En este contexto, la Sociedad Rural de Entre Ríos agregó que el 51% de la soja actual presenta una condición de “regular a mala” y no se implantarían 212.000 hectáreas de las planificadas para esta campaña. “Los indicadores actuales y las perspectivas futuras son escalofriantes”, alertó.

La gremial agropecuaria detalló que el 96% del maíz se encuentra en estado “regular a malo” en ese distrito y hasta la fecha se proyecta una caída del 46% en su producción, lo que equivale a unas 420.000 hectáreas.

A su vez, los ruralistas alertaron que la ganadería presenta pérdidas del 40% en el estado corporal de su stock vacuno y preñeces en declive, que impactarán en la oferta de carne futura, además de la desertificación de las pasturas y el consumo total de las reservas antes del invierno, todo esto mientras continúa la mortandad de animales.

Según la Bolsa entrerriana, la sequía provocó un retraso en las siembras, resiembras y fuertes consecuencias sobre los cultivos, lo que complicó la producción de forraje, principal alimento del ganado.

La ganadería presenta pérdidas del 40% en el estado corporal de los animales y preñeces en baja. (Foto: Sociedad Rural de Entre Ríos)
La ganadería presenta pérdidas del 40% en el estado corporal de los animales y preñeces en baja. (Foto: Sociedad Rural de Entre Ríos)

Por eso, los ganaderos debieron vender cabezas para aliviar la carga animal en los campos, y la condición corporal de los bovinos presentó una caída interanual del 30% al 35%.

El sector lechero tampoco logró recuperar los lotes que se utilizan para pastoreo, no obtuvieron reservas de pastura, y el maíz destinado a consumo animal se está perdiendo, por lo que a finales del año pasado se registró una caída en la producción lechera del 20% al 30%, y se prevé reducir las vacas en ordeñe, generando otro 10% o 20% de caída.

“La lechería exterioriza una caída del 30% de su producción, junto a un aumento estrepitoso de sus costos como consecuencia del dólar soja”, añadió la Sociedad Rural de esa provincia.

“Y ahora, en los últimos días, se suman los incendios naturales que se multiplican de forma descontrolada en diversos puntos de la provincia. El déficit hídrico ya superó el 80% y las temperaturas extremas baten récords históricos. Y podríamos continuar largamente”, alertó la entidad que dirige Juan Diego Etchevehere.

En ese sentido, los ruralistas reiteraron su queja por la elevada presión impositiva y pidieron la eximición de algunos tributos para pasar este difícil escenario. “Es el momento de que la política restituya al productor lo que durante años injustamente le viene quitando, de que el oficialismo impulse medidas de gobierno que hagan al fondo de la coyuntura y a la supervivencia productiva”.

Al respecto, reclamaron eximiciones impositivas provinciales y nacionales, refinanciación de pasivos, líneas de créditos blandas con periodos de gracia, quita de las retenciones, unificación del tipo de cambio y libertad para comercializar sus productos, entre otras cosas.

También señalaron que es el momento de que la oposición “dé el debate en voz alta, presente claramente sus propuestas y preste su voluntad para modificar la angustiante realidad por el bien de nuestra provincia y del país”.

Pocas lluvias y “temperaturas extremas”

Sobre la situación climática, la Bolsa provincial comparó las actuales deficiencias en la campaña agrícola y ganadera con las sufridas hace 14 años en el ciclo 2008/09, cuando fue la última gran sequía, con una disminución del 73% de las precipitaciones. Es decir, 230 milímetros menos que lo normal.

Respecto a las temperaturas máximas, los registros actuales son peores: mientras que en el 2008 la temperatura máxima promedio fue de 29,8 grados y hubo 24 días con más de 30 grados, en el 2022 la media fue de 30,4 grados, y en 29 días las marcas superaron los 30 grados.

En ese marco, el clima ya perjudicó “severamente” a los lotes sembrados con maíz de primera, y si no existen lluvias importantes en las próximas dos semanas, la producción de soja experimentará una “drástica caída” que “ya ha iniciado”.

Finalmente, la Bolsa de Entre Ríos confirmó que se espera un debilitamiento de los efectos de La Niña para febrero, con mejores lluvias a partir de la segunda quincena de enero.

Las condiciones climáticas afectan el desarrollo de los cultivos generando plantas de menor tamaño, demoras en la fertilización nitrogenada, un retraso en el crecimiento, e incluso en sitios puntuales se detectaron pérdidas parciales y totales de lotes.

La peor situación se registra en el sur entrerriano, donde se encuentra más del 70% de los cultivos estivales y el déficit hídrico llega hasta un 81% menos que el promedio normal.

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