Cada 1º de agosto, muchas personas toman caña con ruda (carrulim) en ayuno, como homenaje al Día de la Pachamama. Según las creencias en el Nordeste Argentino, el agradecimiento a la Tierra promete finalizar ciclos, renovarse y comenzar con nuevos proyectos. Dicen que, con solo tres sorbos, se eliminan todos los males, las enfermedades, se aleja la envidia y se atrae la suerte.
Aunque el origen de la ruda es europeo, las investigaciones indican que los pueblos originarios de América descubrieron sus propiedades medicinales y esto se extendió desde Perú, Bolivia, Paraguay y el Nordeste Argentino, hasta llegar a muchas ciudades de todo el mundo. En la actualidad, el ritual de agradecimiento a la Pachamama celebra la llegada del mes de agosto para proteger el cuerpo y el espíritu.
La caña con ruda consiste en una mezcla de caña blanca paraguaya o ginebra con hojas de ruda, una hierba medicinal que cuenta con excelentes efectos en el aparato digestivo y circulatorio. Preferentemente se bebe a la madrugada y según cuenta la leyenda, esta preparación ayuda a prevenir enfermedades. Es un tipo de medicina ancestral que mejora la salud y atrae la buena suerte.
“Caña con ruda es un remedio ecológico, es un popular sortilegio de este tiempo. Circula como el rumor, seduce porque es el emergente de lo que la gente cree y autojustifica cada uno a su manera” dice Julian Norma Catalann en su libro Caña con Ruda.
Los guaraníes fueron quienes estudiaron las propiedades de la planta y descubrieron que esta ayuda a combatir los parásitos, dolores físicos, irritación y otras enfermedades del invierno. Es un remedio natural contra la negatividad, la envidia y la mala suerte.
