César sufrió un accidente jugando al fútbol hace 10 años. Estuvo 45 días amnésico y Paloma Loca, de La Mona, lo trajo de vuelta. Una década después de ese hecho, sigue jugando al fútbol.
César Torres, un jugador de un club de Río Tercero, perdió la memoria de un pelotazo y 46 días después un tema de La Mona Jiménez se la devolvió.
La historia no es nueva, pero en su edición de este martes la publicó el diario La Nación y volvió, aunque parezca paradójico, a la memoria de todos.
Ocurrió en un partido de Recreativo Elenense y Fitz Simon, dos clubes de la liga Regional de Río Tercero, en abril de 2007.
El pelotazo lo tiró, el golpe le generó una hinchazón en la nuca y se lo tuvieron que llevar con una ambulancia al hospital de Río Tercero.
Teresa y Leopoldo, los padres de Torres, recuerdan lo que César no. No sabía ni quienes eran ellos, sólo que le decían Checho y tenía 21 años y estaba jugando al fútbol, cuando quedó en blanco.
Lo revisaron, le hicieron estudios y lo diagnosticaron con amnesia, por la hinchazón en la corteza cerebral.
Quiso volver antes de tiempo a su trabajo, a una fábrica de sanguches de miga. Pero no se acordó cómo se hacía.
Ni siquiera sabía cómo poner la bombilla en el mate y cuando volvió a la cancha, agarró la pelota con la mano.
El jueves 7 de junio de 2007, vencido por la desmemoria, se tiró a dormir una siesta. Puso la radio bajito y se durmió.
Y ahí sonó una canción de La Mona Jiménez. “Paloma Loca”, que empezó a cantar completa, y ahí se dio cuenta que estaba en la casa de sus padres, que nada le gustaba más que jugar al fútbol y todo lo demás.
https://www.youtube.com/watch?v=4uMxQKjzRmE
Torres también fue protagonista de una extensa nota nada menos que en El Gráfico, donde se rescató lo que le había sucedido.
Hay una explicación que no aporta a la beatificación de Jiménez: la corteza cerebral se había terminado de deshinchar, pero quien le hace creer a César y a su familia que no fue un milagro del cantante más popular de Córdoba.
La Nación lo visitó a 10 años del accidente y vio que César sigue jugando al fútbol, al que volvió en 2008. Juega para Náutico Rumipal, rival de Fitz Simon.
