¿Qué dice la Don Osvaldo Sarli al respecto?
Con marcada preocupación, advertimos que lamentablemente no nos equivocamos días pasados cuando les pedíamos a los correligionarios estar alerta con los nombramientos del electo Gobernador Frigerio.
En efecto, quien prometió un cambio y dijo que iba a transformar a la provincia, aparentemente no lo hará.
Para muestra basta un botón: según trascendidos, dejó en su cargo al Fiscal de Estado Julio Rodríguez Signes, ex correligionario, amigo y socio político de Urribarri, quien lo ungió en dicha función que ocupa y en el que está atornillado hasta ahora radical arrepentido, fue quien se asoció con el mismísimo Urribarri y con Busti para intentar sin éxito sacar del cargo a otro radical, el Dr. Sergio Montiel, lo que no pudo concretar gracias a la intervención oportuna del Dr. Raúl Alfonsín.
El peronista Bordet también le dio continuidad positiva en el cargo.
Como diría José Hernández en el clásico Martín Fierro: Al poco de andar mostró la hilacha.
Para traducir en términos sencillos la gravedad política e institucional de la decisión y en un intento que la ciudadanía de a pie comprenda, sin tecnicismos engañosos: el Sr. Rogelio Frigerio le confía la defensa jurídica de los intereses del Estado Provincial al mismo abogado que le confió idéntica misión Urribarri y Bordet, disfrazada de Continuidad constitucional, cuando es sabido que su antecesores renunciaban al cargo ante el gobernador entrante. Como si no tuviese entre los cientos por no decir miles abogados y abogadas de la provincia uno solo o una sola que lo haga mejor la tarea, sin estar con sospechas mas que fundadas por esas relaciones que están a la vista, comprometidos con gestiones anteriores.
Si hubo corrupción en los gobiernos de Urribarri y Bordet sería prácticamente imposible que Rodríguez Signes no haya tenido conocimiento pleno, en el mejor de los casos.
Esa continuidad es una patada en la zona baja para todos los radicales de bien, que lo único que queremos es un auténtico cambio y no más de lo mismo. “¡Que se rompa, pero que no se doble!”.
