La visita de Mauricio Macri al parlamento español tuvo un momento incómodo. Fue cuando la diputada y portavoz de la Coalición Podemos, Irene Montero, exhibió una remera con la inscripción “Libertad a Milagro” en referencia a la dirigente social Milagro Sala, quien lleva más de un año en prisión.
“Entregamos a Mauricio Macri una carta por la liberación de Milagro Sala al llegar al Congreso. Que escuche a los organismos internacionales”, escribió además en su cuenta de Twitter el diputado Marcelo Expósito, secretario tercero de la Cámara baja española y perteneciente al partido de En Comú, aliado de Podemos.
Durante el discurso de Macri no hubo silbidos ni otras manifestaciones. Simplemente los diputados de Podemos se limitaron a no aplaudir.
Desde esa fuerza ya habían anticipado que no participarían de la cena en homenaje a Macri organizada por la corona española y tildaron a Macri de”presidente off shore“, calificativo que uso para recordar que Macri “salió en los papeles de Panamá” (Panama Papers).
El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, respondió por Twitter que “la actitud de Podemos de no asistir a la recepción del presidente democrático que elegimos agravia a la Argentina“.
Podemos ya había intentado en el Parlamento europeo que la UE exigiera a Macri explicaciones por lo que considera una “detención arbitraria” a Sala.
Durante su visita a la Argentina en noviembre del año pasado primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, había hecho un reclamo en el mismo sentido
