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En dos semanas, se registraron más de 7000 focos de incendio en el Delta del Paraná

Los incendios en el Delta del Paraná comenzaron a principios de año y tuvieron su pico en las dos primeras semanas de agosto, período durante el cual se registraron unos 7000 focos, casi un tercio del total acumulado anual, según los reportes que cada semana elabora el Museo de Ciencias Naturales Antonio Scasso de San Nicolás.

En los primeros ocho meses del año ya se quemaron unos 900 kilómetros cuadrados, según estimaciones de Greenpeace , una superficie equivalente a casi cinco veces la ciudad de Buenos Aires. Otras organizaciones como Naturalistas Santafesinos, en cambio, señalaron que el daño es aún mayor y que al menos se incendiaron unos 1000 kilómetros cuadrados.

Ante esta situación, sin solución desde principios de año, donde se mezclan los incendios con una bajante histórica del río Paraná -la más pronunciada desde hace más de 60 años–, el ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié , se reunió hoy de manera virtual con los gobernadores de Santa Fe, Omar Perotti; de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco.

El objetivo del encuentro fue “trazar un compromiso entre la Nación, las provincias y los municipios involucrados que permita avanzar en el cumplimiento de lo requerido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en relación a la gestión sostenible y la prevención de incendios en el área”, señalaron fuentes del Ministerio de Medio Ambiente.

Además se designaron las autoridades que integrarán el Comité Interjurisdiccional de Alto Nivel (CIAN-PIECAS) y se acordó conformar el Comité de Emergencia Ambiental, algo que exigió la Corte Suprema de la Nación.

Problemas de salud

El humo volvió a invadir Rosario y las localidades cercanas, por lo que se incrementaron la cantidad de consultas de personas con problemas respiratorios por la inhalación de humo, algo que preocupa a las autoridades en medio de un aumento de casos de Covid-19 en esta ciudad en las últimas dos semanas.

“En estas semanas hemos recibido un aumento de consultas ambulatorias por afecciones que podemos atribuírselas al humo, que van desde congestión ocular o nasal, rinitis, laringitis y a veces cuadros más severos, como broncoespasmos o bronquitis”, explicó la subsecretaria de Salud Municipal, Silvia Marmiroli.
La funcionaria detalló que “la población más afectada es la que está en los extremos de las edades, los niños y las personas mayores, y las personas que sufren patologías previas, como enfermedades pulmonares crónicas, asma bronquial, o alguna patología cardiovascular”.

Operativos

A pesar de los nuevos focos que surgieron en las últimas horas, los operativos para atacar las llamas se vieron reducidos porque se detectaron dos casos del nuevo coronavirus entre los brigadistas por lo que sólo quedó un solo avión para combatir los incendios, confirmó el subsecretario de Gestión del Riesgo y Protección Civil del Ministerio de Seguridad de la Nación, Gabriel Gasparutti.

“Podemos poner mil brigadistas, pero mientras sigan prendiendo fuego, seguiremos tirando plata al cohete. Estamos cansados de tanto esfuerzo, de poner en riesgo la vida de la gente. y que sigan quemando”, afirmó, indignado, el funcionario.

El fuego provoca, además de problemas de salud en la población, trastornos serios en la fauna autóctona, como se hizo visible en San Jerónimo del Sauce, localidad ubicada a 50 kilómetros de la ciudad de Santa Fe, donde vecinos del lugar cazaron cerca de 60 yararás de gran tamaño. que deambulaban por los campos cercanos al pueblo. Las serpientes fueron preservadas en tambores y serán enviadas a la ciudad de Santa Fe para extraerles el veneno y producir suero antiofídico. (Telám)

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