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Independiente ganó una batalla en Brasil y enderezó el rumbo

Independiente se acostumbró a dar la cara desde que llegó Ariel Holan y siempre da pelea. Aún cuando le toca perder, como ya le ha pasado en estos meses. Y otra marca distintiva del Rojo: regala espectáculo en cada cancha que juegue, sea en Argentina o en Sudamérica. Ayer, no se achicó en San Pablo ante Corinthians y volvió a demostrar que es un equipo duro, que ataca y que da gusto observar: le ganó con autoridad 2-1. Independiente tenía que plantarse en tierra paulista porque no le quedaba margen de error luego de las caídas ante el mismo rival y Deportivo Lara, en la primera jornada del Grupo G.

Arrancó en modo arrollador Independiente. Con esquema nuevo, aunque con la idea de siempre. Porque el 5-4-1 que utilizó anoche no significó que el equipo se refugie cerca de Martín Campaña para aguantar el empate. Sí, fijó el punto de partida de todas las líneas unos metros más atrás que lo habitual, pero atacó con la misma intensidad. Y le alcanzó un minuto para demostrar qué clase de partido estaba dispuesto a jugar. En apenas cinco toques marcó el primer gol del juego. Bustos profundizó con Romero que habilitó de primera a Maximiliano Meza. El mediocampista considerado por Jorge Sampaoli para ir al Mundial de Rusia le devolvió la pelota a Romero, que definió débil ante la salida de Cassio. Pero tuvo suerte el Rojo: el rebote le quedó a Benítez y no perdonó y festejó.

La ventaja no le modificó los planes al conjunto de Avellaneda y siguió atacando con voracidad. La fórmula era la misma: asistir en largo a Meza por la derecha. El correntino se escapó por su banda y definió débil ante Cassio. Iban 5 minutos. 60 segundos después, otro envío desde la derecha encontró un despeje imperfecto de Fabián Balbuena y el balón chocó con el travesaño. La imagen en el televisor no mentía y mostraba a Independiente constantemente en situación de ataque. A nadie sorprendió el segundo gol a los 24 minutos: Angel Romero (el mellizo de Oscar, el zurdo paraguayo que jugaba en Racing) peinó al gol -en contra- un centro ajustado de Meza.La ventaja no le modificó los planes al conjunto de Avellaneda y siguió atacando con voracidad. La fórmula era la misma: asistir en largo a Meza por la derecha. El correntino se escapó por su banda y definió débil ante Cassio. Iban 5 minutos. 60 segundos después, otro envío desde la derecha encontró un despeje imperfecto de Fabián Balbuena y el balón chocó con el travesaño. La imagen en el televisor no mentía y mostraba a Independiente constantemente en situación de ataque. A nadie sorprendió el segundo gol a los 24 minutos: Angel Romero (el mellizo de Oscar, el zurdo paraguayo que jugaba en Racing) peinó al gol -en contra- un centro ajustado de Meza.

La ventaja no le modificó los planes al conjunto de Avellaneda y siguió atacando con voracidad. La fórmula era la misma: asistir en largo a Meza por la derecha. El correntino se escapó por su banda y definió débil ante Cassio. Iban 5 minutos. 60 segundos después, otro envío desde la derecha encontró un despeje imperfecto de Fabián Balbuena y el balón chocó con el travesaño. La imagen en el televisor no mentía y mostraba a Independiente constantemente en situación de ataque. A nadie sorprendió el segundo gol a los 24 minutos: Angel Romero (el mellizo de Oscar, el zurdo paraguayo que jugaba en Racing) peinó al gol -en contra- un centro ajustado de Meza.

 

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