ActualidadPolitica

Intento de magnicidio: el día que Raúl Alfonsín también salvo su vida de milagro

Hace más de tres décadas, el 23 de febrero de 1991, el ex presidente argentino Raúl Alfonsín también salvó su vida gracias a un fallo en el tambor del revólver calibre 32 largo con el que Ismael Abdala, de 29 años, un ex miembro de la Gendarmería Nacional, intentó asesinarlo.

Abdala se acercó al palco desde donde Alfonsín hablaba ante  5.000 personas en un acto político organizado por la Unión Cívica Radical de la ciudad de San Nicolás, y apretó el gatillo varias veces. Pero el mecanismo del arma se atascó y no logró disparar ninguna bala.

Un hombre de unos 70 años, Vicente Massisi, se echó encima de Abdala y le arrebató el arma. Y otros militantes radicales lo retuvieron y golpearon hasta que los encargados de la seguridad del acto lo entregaron a la policía.

El oficial de la Policía Federal Daniel Tardivo, custodio de Alfonsín, lo cubrió con su cuerpo, mientras otro de los custodios, Ricardo Raúl Róvere, se le iba encima al autor del disparo.

Alfonsín pidió calma a los asistentes y luego continuó con una arenga sobre la necesidad de defender las instituciones democráticas para garantizar la libertad y la justicia.

Abdalá, que habìa escrito antes de planear el ataque cartas a George Bush y a Mijail Gorbachov, fue juzgado y declarado inocente por insanía mental e internado en un hospital psiquiátrico.

Tiempo después fue dado de alta bajo el pretexto de que no era un peligro para sí mismo ni para los demás. Pero Abdalá llamó por teléfono a Marcela Alfonsín, hija del expresidente, y le dijo que quería verla para pedirle disculpas.

Ella fue quien hizo la denuncia y lo volvieron a internar en el hospital psiquiátrico del que volvería a salir en 1994, pero a los pocos días se suicidó.

Publicaciones relacionadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Close
Close