El 2 de enero comenzó en los Tribunales de Dolores el juicio contra los ocho rugbiers imputados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, que tenía 18 años cuando fue atacado a golpes a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell.
Luego de tres semanas de audiencias en las que declararon testigos, peritos y acusados, el juicio llegó al último tramo. En sus alegatos la fiscalía y la querella pidieron que los rugbiers sean condenados a prisión perpetua.
Mientras que la defensa pidió la absolución de todos los acusados o que sean juzgados por el delito de “homicidio en riña”, que prevé una pena máxima de seis años de prisión.