Por último, reiteró su compromiso anti grieta y contra las agresiones y aseguró que gobernará dialogando incluso si es cascoteado por la oposición.
-¿Qué sabe Horacio Rodríguez Larreta de Entre Ríos? ¿Cómo mira a Entre Ríos?
– Yo creo mucho en esto de estar cerca para gobernar, estar cerca de la gente. Yo en la ciudad de Buenos Aires contesto por redes sociales o estoy caminando la ciudad mucho. Esta costumbre que tengo de estar cerca de la gente, a disposición, para mí es la mejor manera de gobernar, nunca perder el pulso de cómo está la gente.
Yendo a Entre Ríos, es una provincia que para mí tiene un enorme potencial para el desarrollo. Hoy el mundo necesita alimentos y Entre Ríos puede ser un gran proveedor de alimentos para el mundo, produciendo y exportando más. Veo en la provincia mucho potencial de crecimiento, de desarrollo, de generar trabajo entrerriano, que eso es lo importante, trabajo en la provincia, trabajo de calidad, trabajo con alto valor agregado. Tienen, además, lugares turísticos que podrían explotarse mucho más, que hoy, la verdad, están en mi visión totalmente sub-explotados. Hay problemas de conectividad, problemas de llegada de vuelos, pero digamos que, con más conectividad, con más vuelos, podría haber mucho más turismo en Entre Ríos.
Es una provincia productora de cítricos, que es algo que se está demandando cada vez más en el mundo, de miel, de arroz también. Todos los productos alimenticios que produce Entre Ríos podrían producirse mucho más y generar más trabajo entrerriano; esa es la clave, más trabajo entrerriano. Pero tenés la contradicción de esa gran oportunidad y por otro lado Concordia, que según los datos del INDEC es la ciudad con más alto nivel de pobreza en toda la Argentina. Ahí tenés una contradicción: grandes oportunidades por un lado y una ciudad con altísimo nivel de pobreza. Así que es muy importante el cambio en la provincia, que digamos sí al cambio y a todo el trabajo que venimos haciendo con Rogelio Frigerio. Yo trabajo muy cerca de él, lo conozco hace muchos años y es de mucha confianza.
-En Concordia se habla desde hace muchos años acerca de la necesidad de cambiar la matriz productiva, para que se pueda salir a los mercados con más valor agregado, que haya empleo más jerarquizado y no de muy baja calidad y de muy escaso salario. ¿Qué compromiso puede asumir Horacio Rodríguez Larreta en esto, en que se potencien las economías regionales y que no quede la sensación de que al centro del poder sólo le interesa el complejo sojero?
-Conozco bastante bien las economías regionales de Entre Ríos. Una de las medidas que anuncié la semana pasada para promover al campo y toda la industria agroalimenticia es que vamos a llevar las retenciones de todos los productos de las llamadas economías regionales, incluidos los cítricos, incluido la miel, el arroz, los arándanos, a cero. Cero derechos a la exportación. Es un avance.
-¿De inmediato?
-En el primer día. Sí, sí, de inmediato, de inmediato, y después, obviamente, con los granos más grandes, con la soja, ahí va a ser una baja gradual, porque las retenciones son un pésimo impuesto. Por algo en toda América somos los únicos que tenemos retenciones. Por un lado, queremos promover las exportaciones y por otro lado le ponemos un impuesto a la exportación. Además, vamos a tender a unificar el tipo de cambio, que eso también nos está matando, estos múltiples tipos de cambio, el cepo, todas estas complicaciones. El objetivo es duplicar las exportaciones argentinas entre seis y ocho años, que es un objetivo ambicioso pero alcanzable. Con eso se acaba el problema de la falta de dólares que tenemos, se acaba para siempre. Para mí ese es el gran desafío. Un fuerte aumento de las exportaciones argentinas. Tenemos la oportunidad porque el mundo necesita alimento. Y ahí Entre Ríos puede ser un gran protagonista de este impulso a las exportaciones, porque tiene una producción variada. Insisto con la producción avícola, porque es el primer productor en la Argentina. Es una demanda que está creciendo mucho en el mundo. Por eso tenemos que aprovechar esta oportunidad.
-La inflación preocupa y los economistas sostienen que sólo se la podrá combatir si se reduce el déficit fiscal. Tal cosa requeriría ajuste. ¿Sobre quiénes recaería?
– Hoy estamos sufriendo el peor ajuste en muchas décadas con el kirchnerismo. Preguntemos a los jubilados lo que es el ajuste que hoy están sufriendo, con una jubilación que es una miseria, una jubilación mínima que no alcanza para comer. Preguntémonos los que tienen un sueldo, gente que tiene un trabajo formal, un trabajo en blanco y que no le alcanza para dejar de ser pobres. O sea, gente con trabajo que son pobres. Eso no pasaba en la Argentina nunca. Bueno, ese es el ajuste brutal que está llevando adelante el kirchnerismo hoy. No hay que esperar el próximo gobierno para el ajuste. El ajuste es hoy. Salarios de miseria. Esa es la Argentina que estamos viviendo hoy con el kirchnerismo.
Es cierto que hay que buscar el equilibrio fiscal, no podemos gastar todos los años más que lo que tenemos. Es insostenible eso. Pero no podemos hablar del ajuste que viene; el ajuste ya es hoy.
De la mano de no gastar más que lo que tenemos, viene el no emitir más. No podemos darle a la maquinita de la emisión de dinero que genere inflación. Eso nos está matando hoy. La inflación que le come el bolsillo a los jubilados, a los a los que reciben un salario, a los comerciantes, se pasan el día remarcando. Entonces, equilibrio fiscal, porque no se puede gastar de más, así de simple. Segundo, dejar de emitir. Tercero, una ley que garantice la independencia del Banco Central. De verdad, por ley, que el gobierno no pueda tocarle la puerta al Banco Central todo el tiempo a pedirle plata. Y cuarto, lo que decía antes, un boom de las exportaciones, porque la inestabilidad del tipo de cambio también genera inflación, devaluación, inflación, devaluación, una carrera que ya hemos vivido muchas veces en la Argentina. Y eso se corta exportando más, con más dólares y hoy la Argentina, como te dije, tiene una gran oportunidad con los alimentos, donde Entre Ríos es muy importante, con el litio que tenemos en el norte del país, con la energía de vaca muerta, con el talento de nuestros jóvenes para exportar servicios tecnológicos. Tenemos una gran oportunidad que la vamos a aprovechar, vamos a cambiarle la vida a la gente.
-Haciendo una especie de zoom sobre los barrios más postergados en la periferia de las grandes ciudades argentinas, está el drama del avance del narco por un lado y muchos chicos pobres que caen en las adicciones y que no tienen recursos para salir, porque no hay ningún centro público que les pueda brindar una atención gratuita. ¿Tenés pensado algo a propósito de esto?
– Son dramas humanos muy complejos y el avance de la droga es terrible. Familias desgarradas, madres que vienen llorando a pedirle al Estado, al gobierno, que los ayude a sacar a sus hijos de la adicción, es terrible. Eso se hace con un Estado muy presente, hay que estar muy cerca. Nosotros hemos trabajado en los barrios vulnerables en la tarea de integración de las llamadas villas en la ciudad. Lo que era la Villa 31 hoy es un barrio más de la ciudad, con escuelas, con presencia del estado, con una comisaría, con dos centros de salud. Ese es el camino, mucha presencia del Estado, es un proceso de integración de las villas que en la Ciudad de Buenos Aires lo hemos hecho. Para mí, es uno de los grandes orgullos de mi trabajo en la Ciudad de Buenos Aires, es como hemos avanzado en la integración de los barrios más vulnerables y ahí es donde podés empezar a trabajar el tema de las adicciones. Hay que entrar, hay que estar, con presencia del Estado, presencia del Gobierno.
Nosotros nos apoyamos mucho también en organizaciones sociales, organizaciones religiosas que tienen presencia. En el tema de las adicciones, las organizaciones religiosas hacen muy buen trabajo, por lo menos esa es mi experiencia en la ciudad de Buenos Aires. Hay que trabajar a través de ellos, de organizaciones que ya existen, que ya tienen presencia, legitimidad y en las cuales la gente confía. Hay que generar un entramado social para estar cerca de la gente. No podemos esperar que gente en situación de mucha vulnerabilidad se acerque al Estado. Hay que estar, hay que acercarse y eso lo he hecho en la ciudad de Buenos Aires y ha tenido buen resultado.
-Has dicho que hay que hacer campaña y después gobernar sin agredir al otro, al que piensa distinto. Cansa no escuchar propuestas y sí agresiones. ¿Es posible sostener algo así como lo que prometes, la no agresión?
-Yo lo sostengo, es decisión de cada uno. Yo cada entrevista que hago, como con ustedes estamos hablando de propuestas, de cómo bajar la inflación, de los alimentos, recién de las adicciones. Para mí eso es la campaña. Yo nunca entro en agresiones, peleas, agravios personales, nunca con nadie de Juntos por el Cambio jamás. No creo en eso que ha generado la Argentina que tenemos hoy, con inflación, con inseguridad. Yo no creo en la violencia como modo de hacer política, nunca lo he hecho y no lo voy a hacer en la campaña y menos con gente de mi propio partido. Nosotros tenemos que estar juntos, unidos, para ganarle al kirchnerismo y poder superar esta situación de inflación, de inseguridad.
-¿Cómo te imaginas esa práctica del diálogo y del no agravio ante una hipotética oposición kirchnerista que te cascotee? ¿Se podrá sostener?
-Es que, si yo creo en la necesidad de buscar un acuerdo, de poder dialogar, esa convicción no va a cambiar según lo que haga el resto, según si me cascoteen o no, porque si no, no es convicción. Yo estoy convencido que lo mejor para el país es terminar con la violencia y las agresiones. Estoy convencido de eso. No va a cambiar mi convicción según lo que haga el otro. De hecho, hay gente que me critica personalmente. Yo no contesto, porque no creo en eso. Yo me comprometo a que, si los argentinos me eligen como presidente, voy a dialogar con todos aquellos que la gente elija, del partido que sean, con todos los gobernadores, con todos los intendentes que sean electos por la gente en esas elecciones, con todos los diputados y senadores van a dialogar nuestros representantes en el Congreso. Yo creo en eso y lo voy a sostener y me comprometo acá públicamente con ustedes.
