Si para comprar productos de bienes y servicios hace un año se gastaba $1000, hoy se gasta $1525. Así, un jubilado que dispone de $1430 en vez de los $1000 que disponía hace un año, por ende, podrá comprar un 93,8% de lo que podía comprar hace un año.

Los alimentos y bebidas tuvieron un incremento en sus valores del 53,4%, la reducción del poder de compra es del 6,8%.

La mayor caída de los haberes jubilatorios ocurrió en el 2020, ya que al estar suspendida la ley de movilidad, los aumentos otorgados por decreto no alcanzaron a cubrir la suba de la inflación, sobre todo para los haberes más altos.

Los aumentos actuales, si bien se calculan en base a la ley de movilidad aprobada por el Congreso Nacional en diciembre de 2020, se calculan sobre una base desactualizada, que arrastra un atraso desde el 2020, es por eso que varios planteos judiciales están aún por resolverse.

Un dato llamativo: de haber continuado la anterior ley de movlidad, la que rigió entre 2018 y 2019, los ingresos de los jubilados y pensionados serían entre un 3,1% y un 13,% más altos de lo que son.