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Murió en Paraná a los 69 años el ex jefe narco Julio Godoy

Julio Godoy, considerado el principal jefe del narcotráfico en Paraná desde mediados de la década del ’90 y hasta su detención en 2001, falleció este viernes por la mañana en el Hospital Baxada en Paraná, próximo a cumplir 70 años. Se lo consideró uno de los autores materiales del femicidio de la abogada Dalma Otero, pero nunca fue acusado por el crimen.

Godoy se encontraba internado en el Hospital San Martín desde mediados de enero con diversos problemas de salud y en días recientes fue derivado al de Baxada. Quienes pudieron verlo en este último tiempo, lo encontraron notablemente desmejorado, aparentando mucha más edad y extremadamente delgado, con pocos rasgos de aquel hombre alto y robusto. En estos días iba a ser trasladado al Hospital Pascual Palma, pero este viernes falleció tras sufrir un paro cardíaco.

Tras varios años de comandar el tráfico de drogas en Paraná y zona, Godoy fue detenido en el Acceso Norte de la ciudad en 2001, cuando llegaba desde Misiones con un cargamento de marihuana. Antes, en 1997, Godoy fue sindicado como uno de los autores materiales del crimen de la funcionaria judicial Dalma Otero, por el cual terminó condenado su marido, Miguel Capobianco.

El esposo de la entonces secretaria de un juzgado laboral de la capital provincial fue a prisión por haber organizado el sangriento femicidio de su mujer y madre de sus dos hijos en su departamento de calle Santa Fe, pero los ejecutores nunca fueron alcanzados por la justicia.

Numerosas pruebas señalaban a Godoy como uno de los autores materiales, junto con su ladero Gabriel Massat. Había registros telefónicos, testimonios y hasta una rueda de reconocimiento. También quedó constatada su vinculación con Capobianco. No obstante, el juez de la causa, Raúl Herzovich (ya fallecido), no profundizó esa línea investigativa y el asesinato -que fue un femicidio cuando todavía no existía la figura- quedo parcialmente impune.

Años más tarde, en 2019, en una entrevista realizada en el programa televisivo Cuestión de fondo, Laura Godoy, hija del ex jefe narco, declaró: “Lo que voy a decir a lo mejor me puede costar la vida. Es la primera vez que lo voy a decir públicamente. Capobianco iba a la casa de mi papá. A mí me daba muy mala espina. Mi papá un día en broma nos dijo a nuestra familia que iba a cobrar mucha plata por matar a una mujer. Porque el esposo quería matar a su mujer”.

La mujer también recordó sus impresiones del día del crimen y lo que pasó en su casa en esas horas. “Supe que él había sido parte de la organización. Y que la persona que la mató es ese chico que estaba con él. Él se lavó las manos, quemó un maletín y se quedó con un reloj”, expuso.

Hombre de bajo perfil, Godoy exhibía fuertes vinculaciones con algunos funcionarios de la gestión de Mario Moine como así también de Jorge Busti. También tenía amigos en la conducción del Partido Justicialista. Además de la venta de estupefacientes, también se había dedicado a los negocios con billetes falsos tanto en Paraná como en Santa Fe.

Luego de la exposición derivada de su vinculación al asesinato de Otero, Godoy comenzó a perder poder en el negocio narco y se vio afectada la cadena de comercialización que regenteaba desde su domicilio, donde a veces había colas de autos.

Los laderos de Godoy se fueron abriendo, su estructura en Paraná comenzó a derrumbarse y sólo le quedaban un esquema de segunda línea y algunos contactos en Misiones, Santa Fe y Paraguay, además de una fiel asesoría legal comandada por el cuestionado abogado Domingo Negri en Nogoyá, que lo cobijo durante el caso Otero.

Cuando Godoy cayó preso en los primeros días de 2001, lo venían siguiendo desde hacía más de tres meses, no sólo Toxicología de la Policía de Entre Ríos, sino también gente de Prefectura. Hubo un eficiente trabajo de inteligencia, pero Godoy también entendió que lo entregaron desde el ámbito del negocio del narcotráfico. Ya no les servía como antes, pese a que era un operador que movía casi 4 kilos de droga por semana en Paraná.

Fue detenido en un operativo policial, en horas de la madrugada, en la ruta nacional 12, a la altura de Colonia Avellaneda, a 18 kilómetros de Paraná, cuando venía de Misiones secundando a un remís de dicha provincia que, al ser requisado, tenía 36 kilos de marihuana.

Tiempo después, fue trasladado de la Unidad Penal Nº 1 de Paraná a la cárcel de Devoto y en 2003 regresó a la capital provincial, previo al juicio oral en su contra. Por problemas de salud logró empezar a concurrir al Hospital San Martín con cierta asiduidad y en uno de esos traslados consiguió fugarse, en un operativo con diversas irregularidades.

Al parecer, el plan incluía que Godoy fuera llevado a un campo cerca del Hipódromo, desde donde abordó un avión rumbo a Paraguay, país donde hizo buenos negocios a lo largo de 10 años.

Cuando fue recapturado, cumplió condena en Ezeiza y en Devoto. Previamente pasó por la Unidad Penal de Resistencia (Chaco), de donde también se fugó y fue apresado nuevamente. La Cámara de Casación Penal le redujo la pena a 8 años tras un planteo de sus abogados y en 2006 consiguió salidas socio laborales. A mediados de 2007 comenzó con un régimen de libertad condicional y se radicó en la localidad de Benavídez, en la provincia de Buenos Aires.

En 2021, Godoy volvió a los Tribunales de Paraná para enfrentar un juicio por violencia de género, desobediencia judicial y amenazas, por denuncias de su hija y su ex pareja realizadas en 2019. Ya estaba con prisión preventiva porque había violado la detención domiciliaria. A mediados de mayo, lo condenaron a cinco años de cárcel, pena que estaba cumpliendo al momento de su fallecimiento, por lo cual permanecía esposado a la cama del hospital en el que murió.

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