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PARANA:Calientan la leche del merendero con un calefon

Es una mamá que vive en zona barrio “ILLIA frente al 98” de la ciudad de Paraná, ella junto a otras mujeres de escasos recursos quisieron hacer hasta lo imposible para poder llevar adelante una copa de leche para los “gurises” del barrio .

Cuando nos presentamos en el lugar, nos invitó muy cordialmente a pasar a su humilde casa donde vive junto a sus hijos, al entrar nos cuenta que atraviesa una situación económica muy difícil pero que a pesar de eso nada detiene sus ganas de querer ayudar a los demás y sobre todo poder ofrecer al menos un vaso de leche y alguna torta frita a los niños de la zona, que cómo nos dijo “con tan poco son felices”

Silvina lleva adelante una tarea digna de destacar pero que además refleja la dura realidad de muchos chicos paranaenses.

-Cómo calentaste la leche? Si nos dijiste que no tenías para el gas ni tampoco ollas dónde prepararla. – “la verdad no me quedó otra que romper el calefón y sacar la resistencia para inventar una especie de calorito y en estos baldes de plástico que ves acá preparo la chocolatada, después un vecino se ofreció a hacer una tortas fritas al fuego para que los chicos tuvieran algo que merendar”, como ves todo se hace a pulmón pero con muchísimo amor y valentía.

-Alguna vez recibiste ayuda por parte del Estado? – no jamás éste es un barrio olvidado, no tenemos servicios y nos manejamos como podemos y con lo que tenemos, a pesar de eso vamos para adelante siempre y agradecemos todas las ayudas que nos puedan dar .

_que dificultades tiene el barrio? Lo primero es el colectivo, se hace difícil tener un hijo enfermo y no poder salir del barrio, no tenemos para el colectivo y aveces tarda muchísimo en pasar

_No tienen un centro de salud cerca? – si pero en el centro de salud de la zona no tienen medicamentos, te dan una receta y te mandan al hospital a veces, sino hay que averiguar en el corrales

_Como es la vida de los pibes del barrio? -yyy acá muchos dejan de estudiar para ayudar a la mamá, como en el caso de hija más grande, ella tiene 18 años dejó de estudiar para darme una mano con mis otros hijos más chicos .

_Notamos En la copa de leche la presencia de abuelas, madres e hijos. Lo que significa que hay muchas ganas por parte de éstas mujeres de darles esperanzas a sus hijos para que tengan un estudio y puedan aprender respeto, educación, aún siendo de un barrio de extrema pobreza.

Seguramente historias como la de Silvina se repiten en varios rincones de la Argentina, historias que duelen y que nos llevan a reflexionar que hemos equivocado el camino.

FUENTE : SOMOS LA CIUDAD

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