Las sospechas comenzaron después de que se le desacomodara el velo de su cabeza a Koudaei, la futbolista señalada. Solicitaron una prueba de género.
Luego de la derrota, la Asociación de Fútbol de Jordania (JFA), bajo la palabra de su presidente, acusó a Koudaei de ser hombre y le pidió a la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) que le realizaran una prueba de género tras sospechar que no era mujer.
“Particularmente el equipo de fútbol femenino iraní tiene una historia con cuestiones de género y dopaje“, apuntó la JFA dentro del texto en el que realizó la solicitud, haciendo referencia a diferentes episodios sucedidos en 2015.
Maryam Irandoust, seleccionadora iraní, desmintió las acusaciones, aunque aclaró que presentarán la documentación requerida. “El personal médico ha examinado cuidadosamente a cada jugadora en términos de hormonas para evitar problemas a este respecto”, aseguró.