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Thiago cumplirá su sueño de conocer a los jugadores de Boca: “Así estaré más fuerte para luchar contra el cáncer”

El video en el que el niño de 12 años expresa su deseo de conocer a sus ídolos llegó hasta los protagonistas, que el jueves lo recibirán en La Bombonera. La historia de un luchador.

https://twitter.com/mar_zucchi/status/929471521982164998

“Yo quiero conocer a Benedetto. Al Pipa y a Guillermo, ese es mi sueño”, afirma Thiago Boneiro, un fanático del Xeneize que el jueves hará realidad el deseo que lo moviliza.  Su historia es fuerte, conmovedora. Cuando aún no tenía un año su mamá hizo una consulta porque le llamaba la atención un detalle que notaba en él cuando le tomaban una foto. Ellos, oriundos de la localidad bonaerense de Tres Arroyos, fueron derivados al Hospital Garrahan donde le diagnosticaron cáncer, enfermedad con la que convive desde entonces, hace 11 años. “Me quiere pelear y yo no voy a dejar que me lleve”, dice Thiago, un luchador noble, un guerrero que conmovió con un video a la familia de Boca que, Daniel Angelici mediante, será recibido el próximo jueves en la Bombonera para conocer el estadio, al plantel y al entrenador.

“Thiaguito, me conmovió mucho tu historia. Me comprometo a que puedas venir a visitarnos a La Bombonera y saludar a Guillermo y los jugadores. No abandones tu lucha”, expresó Daniel Angelici, Presidente de Boca, en su cuenta de Twitter.

Stella Maris Boneiro, mamá de Thiago, contó la historia.

A Thiago Boneiro le detectaron un tumor en un ojo. Cuando tenía dos años lo operaron y fue necesario extraerlo. Stella Maris, conocida por todos en Tres Arroyos como Coca, registra cada detalle de la historia, cada segundo. “Tuvieron que cerrarle un ojito porque, de lo contrario, (el tumor) se iba al cerebro. Había que decidirlo rápido, es muy duro, pero no quería arriesgar su vida. Creí que había terminado todo ahí pero no…”

En septiembre de 2007 Thiago perdió su ojo izquierdo. En octubre la enfermedad se trasladó al derecho. Mismo procedimiento. “Yo ahí me desesperé, no quería que quedara ciego y me dijeron que era la única forma de sacar los tumores y bueno, les dije que sí, que lo hiciera. Me devolvieron un nene ciego pero con vida”, recordó.

La historia de Coca y de Thiago tiene mucho de padecimientos que, sin embargo, no han logrado vencerlos. Provenientes de un una clase humilde, enmarcados en un contexto de violencia y sufrimiento, decidieron luchar ante cada instancia de la vida. “Él es muy inteligente, es un apasionado, un chico que se preocupa por el otro. Escucha a Abel Pintos con sus auriculares, le gusta reírse y saber cómo le va a Boca”.

Los avatares económicos tampoco se interpusieron entre Thiago y su amor por el Xeneize. Él quería una camiseta de Boca y tanto su mamá como la pareja mandaron a pedir una a la Feria La Salada. “Me acuerdo que juntamos los 70 u 80 pesos que costaba. A través de una amiga que conocí en el Garrahan la hicimos firmar por algunos jugadores de Boca y no hay forma de que se la saque”.
Thiago juega al fútbol con una pelota envuelta en nylon. “Le pusimos eso para que él sepa dónde está y también para que nosotros lo encontremos a él según el ruido del cobertor”, explico la mamá.
Fuente: Infoabe

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