Ocurrió en el barrio 300 Viviendas de Paraná, donde un niño falleció tras caer en una pileta instalada en su vivienda.
Un lamentable hecho ocurrió en la tarde noche del miércoles en la zona este de Paraná, donde en un aparente descuido, un bebé de un año y medio, falleció al caer en una pileta de fibra de vidrio instalada en el fondo de la casa.
La tragedia tuvo lugar en el barrio 300 Viviendas, ubicado en inmediaciones de Gobernador Maya y Don Bosco de la capital entrerriana.
Según informó diario UNO, el niño fue caminando hasta el patio y, si bien la pileta tenía una protección de lona, se encontraba abierta. La madre, de 36 años, se encontraba en su vivienda realizando distintas tareas y no se percató de que el pequeño había llegado hasta la piscina.
A los pocos segundos, comenzó a buscarlo y fue así que lo encontró flotando dentro de la pileta, supo Uno.
La mujer solicitó ayuda a los vecinos y un policía que vive en la zona colaboró en el traslado del pequeño hasta el hospital San Roque.
En el camino la mamá le realizó RCP, y una vez en el nosocomio materno infantil, y pese al esfuerzo de los médicos, se confirmó el deceso a los pocos minutos.
