Todo comenzó cuando una trabajadora, de 40 años, llegó hasta el Centro de Salud y se disponía a abrir la puerta. Allí fue abordada por la espalda por una pareja, que la sujetaron del cuello y la arrastraron hasta el depósito interior del predio, según datos que pudo recabar El Entre Ríos.
La violencia contra la mujer no cesó. El hombre la golpeó, mientras la mujer que la había abordado comenzó a sustraer lo que se detalló anteriormente. Unos pocos minutos después, la dejaron atada y se retiraron. También ella sufrió el robo de su teléfono celular. Finalmente fue socorrida por compañeros del Centro de Salud y efectivos policiales de la Comisaría Séptima.
Otros datos a los que accedió El Entre Ríos tienen que ver con las características físicas de los delincuentes: el hombre sería delgado, morocho y de más de 1,70 metros de altura. La mujer, en tanto, también era delgada, morocha, de más de 1,50 metros de altura y dos señas peculiares: un tatuaje en su mano izquierda y otro sobre la ceja izquierda.
