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Hace un año le gritaron “mugriento” por vender masas dulces: hoy trabaja, hace radio y toca la guitarra

La historia recorrió un sin fin de portales digitales del país, incluso de Uruguay, Paraguay, hasta recibió mensajes de Estados Unidos y México, la mayoría acompañando al joven emprendedor movitando a no abandonar su trabajo por aquel insulto totalmente repudiable.

●La Historia

Óscar Forni actualmente tiene 18 años, oriundo de Santa Elena (Entre Ríos) ayuda a su mamá a temprana edad, toda la familia tira el carro de la economía diaria, no solo vende, también estudia y tiene un programa de radio dentro de una escuela pública, hace teatro y toca la guitarra entre otras habilidades.

Estando en la costanera, le gritaron mugriento burlándose de su labor, de estar haciendo algo digno y ayudando a su hogar, Forni utilizó su perfil de Facebook para realizar su descargo sin comprender a ciertos jóvenes que se ríen o insultan por trabajar en dicho emprendimiento familiar, así se expresó:

“Les cuento lo que me paso hoy. Estaba vendiendo rosquitas cerca del balneario y pasa una chica en moto yo no dije nada no grite nada y me dice mugriento.

¿Y porque me dice mugriento la chica? si cada uno puede que viva de lo que vende y si no vende no puede llevar el pan a su casa o si no vende no como en el día o pasado nadie sabe su situación.

Pero la chica que me dijo mugriento es porque no sabe lo que es ganarse su plata para comprarse lo que quiera porque siempre tuvo todo de arriba piensa que la gente que vende en calle es mugriento pero es la gente más humilde que puede existir”.

●Un año después, volvimos

“Acá estamos, nos afectó la pandemia como a muchos trabajadores independientes pero no fue excusa para rebuscarmela, no fue fácil nada es fácil pero nosotros no podemos buscar pretextos debemos buscar acciones directas para acompañar la economía del hogar” charlo en breve mientras vendía roscas y bolitas de frailes en el mismo lugar que año anterior.

“Si la verdad que recibí mensajes de todos lados y aún sigo recibiendo porque aparentemente se volvió a viralizar, asi mas que feliz, porque la idea era dejar un mensaje a los jóvenes que estamos en la misma vía” agregó Forni.

“Cuando me gritó eso me enojé un montón, agaché cabeza y seguí trabajando por suerte tenía clientes esperando, pero luego llegué a casa y utilice mi perfil de Facebook para comentar lo sucedido y así hacerle llegar a esa persona que no tenía necesidad de hacerlo y obviamente que pida disculpas, esas disculpas jamás llevaron pero bueno, si llegaron miles de mensajes positivos que le alegraron el corazón, a quién estoy agradecido enormemente” cerró el joven santaelenense esta tarde a un año de la nota viral y una historia de vida por detrás.

Por Nicolás Omar Rios

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