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La imagen del presidente cayó por cuarta vez consecutiva

Lo muestra un nuevo sondeo de Synopsis. Desde cuándo comenzó la baja de Alberto Fernández.

Alberto Fernández tiene hoy una imagen positiva similar a la que traía a principios de marzo, momento en que llegaba al país la pandemia por el coronavirus. Pero ese empate se da luego de cuatro caídas consecutivas. Así lo muestra una encuesta nacional a la que accedió Clarín y que refleja otra baja en la valoración del Presidente. Consuelo: no está solo. También empeoró un poco Cristina Kirchner.

El estudio es de Synopsis, una consultora creada en 2015, que hace mediciones para la política y también para el mundo privado. Durante la cuarentena, viene presentando estudios quincenales que permiten una interesante comparación. Su último trabajo incluye un relevamiento de 1.062 casos online, entre el 21 y el 25 de mayo en las principales ciudades del país, con un margen de error de +/- 3%.

El recorrido de la ponderación de Alberto Fernández tiene tres capítulos.

1) Después de las PASO de agosto, en las que le sacó más de 15 puntos a Mauricio Macri, su imagen positiva osciló entre el 42% y 44%, con una negativa de “treinta y pico”.

2) A principios de marzo, el Presidente empezó a subir y tocó (siempre según los números de Synopsis) a fines de ese mes, un pico de 59,1% de positiva y un piso de 19,8% de negativa. Esto le daba un diferencial a su favor de 39,3 puntos. Su mejor momento.

3) Con la llegada de abril empezó un descenso moderado pero constante, que ya registra la cuarta baja consecutiva, para combinar a fines de mayo un + 48,1% y – 31%. El balance sigue siendo positivo, pero más bajo: 17,1 puntos.

¿Por qué cae la imagen del Presidente? No parece haber una única respuesta. A principios de abril, hubo un episodio que marcó un quiebre y fue aquel pago escandaloso y peligroso para miles de jubilados, que hicieron cola a la intemperie para cobrar presencialmente sus haberes. Fue el primero pero no el último hecho que mostró falencias de gestión y que terminó con el entonces titular de la ANSeS Alejandro Vanoli eyectado de su cargo.

Pero además, en paralelo, desde el oficialismo K se empezaron a impulsar medidas que rompieron cierta hegemonía en el apoyo a Fernández. La más extrema fue la liberación de presos para resguardarlos de posibles contagios. Esto generó los más ruidosos cacerolazos que se escucharon contra el Gobierno en más de dos meses y medio de crisis sanitaria

Y el tercer factor, claro, es la prolongación del aislamiento. Con un doble efecto: la profundización de la debacle económica y el hartazgo social por las restricciones. Este punto -más las propuestas extremas K- podrían haber confluido para quitarle al Presidente un activo inédito que había conseguido: el aval de votantes no oficialistas (básicamente de Juntos por el Cambio) a su figura.

Así, Fernández va volviendo a su estado original, que le permite, de todos modos, seguir siendo en la gran mayoría de las encuestas el político mejor ponderado del país. Pero con una base menos heterogénea y sostenida, básicamente, por el aval incondicional de los seguidores del Frente de Todos.

Esto se ve claramente en el último estudio de Synopsis, donde se advierte cómo la grieta se fue reabriendo: en el caso de la imagen del Presidente, suma un 82,2% de positiva (67,4% de “muy buena” y 13,8% de “buena”) entre votantes K y apenas 13 (3,4% de “muy buena” y 9,6% de “buena”) entre los electores de JxC.

Lucas Romero, politólogo y director de la consultora, advierte también que la población le fue perdiendo miedo al Covid 19. Y resume el fenómeno: “Si tengo menos miedo, estoy peor económicamente y si encima escucho la pelea política, tengo motivos para reubicarme en mi posicionamiento político previoy empezar a critica al Gobierno. Ello es lo que lo está dejando a Alberto Fernández sin parte del apoyo ganado al inicio de la crisis por parte de votantes opositores”.

Telám

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