Abigail Jiménez, la niña de 12 años enferma de cáncer que se hizo conocida cuando tuvo que cruzar en brazos de su padre la frontera de Santiago del Estero, hoy se encuentra mejor de salud: pasó la fiesta con su familia y, de acuerdo al testimonio de su tía, “está lúcida, conversa, ríe y juega”, a tal punto que la mujer asegura que lo de su sobrina es “un milagro de Dios”.
“Fue tanto lo que oramos por ella, a tal punto que hoy es un milagro de Dios que Abigail esté bien y junto a su familia”, contó Elena Jiménez, tía de Abigail, al periódico local Sur Santiagueño. La niña, enferma de un tipo de cáncer conocido como sarcoma de Ewing, superó hace poco tiempo una recaída crítica por la cual estuvo en una situación sumamente grave en la que se temía el peor desenlace.
“Yo pedí por Abigail. Ante Diosito me arrodillé y le pedí un milagro por ella”, agregó la pariente de la menor, que actualmente se encuentra con su familia en su domicilio de Termas de Río Hondo y ya no necesita respirador, aunque se encuentra bajo estricto control médico y con cuidados paliativos, atendida por tres enfermeras y una doctora.
Luego del episodio de noviembre de este año que la hiciera tristemente célebre por la impotencia social que significó que tuviera que pasar un control fronterizo alzada por su padre, la niña fue internada en Santiago del Estero y más tarde viajó al Hospital Austral de Pilar, donde fue vista por especialistas antes de regresar a su provincia y a su casa familiar.
“Está lúcida y nos conversa, se ríe, juega con el celular”, confesó, feliz, su tía, y agradeció la ayuda recibida por parte de la gente. Sobre todo, dio gracias a “la ayuda de Dios” que llegó, según ella, por todos aquellos que repitieron una oración por su sobrina.
