Lautaro Cabrera fue diagnosticado con Linfoma de Hodgkin hace tres años y pasó por 46 quimioterapias. Se presentó en el hotel donde concentra el equipo de Scaloni con el sueño de poder conocer a Lionel Messi.
Tres años de lucha contra el cáncer, 46 quimioterapias y un trasplante de médula ósea pendiente como último paso para poder comenzar la etapa final de la batalla contra la enfermedad. Lautaro Cabrera, joven repartidor de diarios de Beltrán (Santiago del Estero) pasó por todo eso, pero lo único que le importa hoy es conocer a Lionel Messi.
El joven santiagueño de 24 años fue diagnosticado con Linfoma de Hodgkin en 2020 y debió someterse a un tratamiento durísimo que lo dejó destrozado físicamente. Al mismo tiempo, un tumor en la médula lo dejó sin poder caminar.
Mientras peleaba contra el cáncer él vibraba con cada partido de la Selección. Entre internaciones, tratamientos, aparatos, remedios, cables y zondas, gritaba los goles y sufría con los durísimos partidos del Mundial.
Al igual que la scaloneta, Lautaro fue superando etapas. Argentina ganaba en la cancha y él en el hospital. Y así, como si el triunfo de Messi lo hubiera impulsado, logró ponerse de pie nuevamente y hace unas semanas, los controles médicos confirmaron que no hay rastros de la enfermedad.
Solo le falta un trasplante de médula ósea para que el cáncer definitivamente quede atrás, pero él decidió que la intervención que le cambiará la vida puede esperar unos días más porque hay algo más urgente: ver a Lionel Messi en su provincia.
“Me motiva conocerlo y tener una firma del mejor del mundo. Siempre lo tengo presente porque es lo más grande que hay”, dijo esta mañana cuando se acercó al hotel donde se aloja el plantel de la Selección argentina para ver si podía cumplir su sueño.
Buscando conmover al delantero de la Selección, Cabrera llevó un cartel en el que escribió brevemente su historia: “Messi superé el cáncer. Soy un campeón… Quiero tu firma, por favor”.
Desde entonces su imagen comenzó a viralizarse y su ilusión se agranda. No tiene mucho tiempo más, ya que después del partido el plantel viajará directamente hacia el aeropuerto para emprender el regreso a sus clubes. Pero él no pierde la ilusión.
